Producción con Formación

El Valle Central de Tarija se encuentra al sur del país, cuenta con capital cultural y geográfico importante, este aspecto genera condiciones especiales para la producción agrícola de especialidad y para el turismo receptivo. La principal actividad económica de la región es la industria vitivinícola, se producen vinos y singanis de gran calidad para el consumo nacional y la exportación. También existen plantas de procesamiento de derivados lácteos, industrias madereras, fábricas de cerámica roja y envasadoras de frutas. La mayoría de estos productos tienen mercados dentro y fuera de Bolivia.

Uno de los mejores indicadores de éxito en el trabajo en la regional es la adopción de los modelos por parte de instituciones y organizaciones. En este marco, los gobiernos municipipales de Padcaya y Tarija, institucionalizaron las experiencias productivas formativas, firmando acuerdos y convenios en beneficio de los participantes, aportando con equipamiento, insumos y pago de docentes. Antes del Programa, las instancias públicas subnacionales no incorporaban recursos para la formación de recursos humanos a nivel técnico. Adicionalmente, se ha trabajado con las asociaciones de productores en el fortalecimiento de sus capacidades de gestión interna y ante instituciones públicas y privadas. Se trabaja en la internalización de una visión de empresario productor, para que, a partir del proceso productivo pueda incrementar su capacidad con inversión propia y con créditos u otras alternativas.

Se trabaja con dos asociaciones del valle central de Tarija: Asociación de Productores de Frutas del Valle Central de Tarija (APROF) que aglutina a 12 asociaciones del Valle Central de Tarija y la Asociación Departamental de Apicultores de Tarija (ADAT), que aglutina a 14 asociaciones, con el objetivo de elaborar y gestionar macro proyectos en beneficio del sector.